Joan Garriga
Mayo 2007
Si la letra de tantas y tantas canciones románticas fuera el sensor
que nos informa acerca de los asuntos emocionalmente claves en la
relación de pareja, el resultado sería inequívoco. Escuchamos por
ejemplo: “No puedo vivir sin tí”, “Me moriría si te vas”, “Sin ti me
falta un por qué”, “No hay más infierno que tu ausencia”, etc.
Al
analizar con cuidado estas frases llegamos a la conclusión de que
sólo pueden venir de un niño/a. Para un infante podrían ser frases
reales. Para un niño la ausencia de la madre o de los padres sí que
es vivido como un infierno. Su dependencia es tan grande que sin los padres siente que no lograría sobrevivir o no tendría sentido vivir,
sin ellos podría literalmente morir.
Así que descubrimos que el
mensaje popular que pueblan las canciones se refiere al amor de
pareja en su versión infantil.
Las preguntas que nos vienen a continuación son: ¿Acaso la pareja
es una relación entre niños? ¿Es la pareja una relación materna o
paterna filial? ¿O se trata de una relación entre adultos? ¿Qué es
legítimo y razonable pedir y esperar en una relación de pareja y qué
no? ¿Qué corresponde al niño y qué al adulto?
Gran parte de los problemas en el mundo de la pareja no se deben
a la falta de amor si no más bien a las dificultades para gestionarlo y
vivirlo de manera que procure bienestar.
... La pareja es el camino que nos lleva a crecer como
adultos... Para estar feliz en
pareja es muy sencillo. Hay que cumplir un requisito: “Desear
espontáneamente que el otro este feliz”. Sabemos que
generalmente es al revés aunque no funciona.
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