EL CONTACTO CON EL DOLOR MANTIENE ABIERTOS LOS CORAZONES
Joan Garriga Bacardi
Dos madres perdieron a sus hijos en el mismo accidente de automóvil. Ambas
sufrieron un dolor indecible. Una de ellas, al cabo de un tiempo, recuperó la
alegría y sintió la gratitud por el tiempo que había podido disfrutar de su
hijo. A medida que iba aceptando su muerte, su corazón se llenaba de ternura y
dulzura hacia este hijo y hacia la vida. Cuando hablaba de él ya no lo hacía con
pena, sino con la delicadeza y el tono entrañable que usamos para alguien que ha
sido una bendición en nuestra vida.
La segunda madre, aún después de diez años del fallecimiento...